martes, 24 de marzo de 2020

Taller de Refuerzo y recuperación, Área: historia, grado 7°. Primer periodo. 2020.

Taller de Refuerzo y recuperación, Área: historia, grado 7°. Primer periodo. 2020.


Objetivo: Identificar características históricas del periodo conocido como edad media cuyo sistema contractual de relaciones políticas y militares entre sus miembros permitieron el feudalismo que se caracterizó por la concesión de feudos (casi siempre en forma de tierras y trabajo) a cambio de una prestación política y militar, contrato sellado por un juramento de homenaje y fidelidad.

Palabras claves: redacte en el cuaderno.    
            
MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL.




Desde el siglo IX hasta el siglo XI, circunstancias externas e internas contribuyeron a crear en Europa una nueva organización económica, política y social, institucionalizándose cierto sistema de relaciones que de hecho habían comenzado a establecerse. Ese período es el que estrictamente puede ser llamado era feudal. La disolución del Imperio Carolingio. Carlomagno no logró dar solidez y estabilidad a su ambiciosa obra política. A su muerte, ocurrida en 814, se comprobó que la sostenían solamente su autoridad personal y su capacidad militar, condiciones que no heredó su hijo Luis el Piadoso. Ciertamente, el Imperio era una creación estimulada por la tradición, pero inadecuada a las condiciones reales: no había vías de comunicación ni medios de transporte para asegurar la centralización política, ni organización administrativa para afianzar la eficacia de la política imperial. Pero, además, las regiones seguían diversificándose, como había ocurrido desde la época romana, y cada vez tenían más intereses peculiares.




Estos intereses se encarnaron en los tres hijos de Luis el Piadoso, que comenzaron a exigir el reparto de los Estados de Carlomagno. Sólo el mayor, Lotario, pretendía la conservación de la unidad imperial, pero fue derrotado en Fontanet en 841, y aceptó la división territorial que se convino mediante el tratado de Verdún, en 843. A grandes rasgos, quedaron entonces diferenciadas la Francia y la Alemania actuales, más una región intermedia, que se llamó Lotaringia y
Comprendía Italia y los valles de los ríos Ródano, Saona, Mosa y Rin.
La Organización del Régimen Feudal. El peligro en que se hallaban permanentemente las regiones fronterizas, las obligó a mantenerse en constante estado de alerta. Los señores capaces de combatir aceptaron la responsabilidad de la defensa de todos, y los débiles buscaron su protección.  Así nació, de manera paulatina, un sistema de relaciones personales que configuró una nueva organización económica, social y política: el sistema feudal. Interrumpidas las comunicaciones en el Mediterráneo- por la presencia de los piratas musulmanes, el tráfico comercial había disminuido considerablemente; y tanto el abandono de las carreteras y puentes como la situación de inseguridad que predominaba en todas partes contribuyeron a que se restringiera el intercambio. El resultado fue que la circulación de la moneda comenzó a disminuir y las transacciones se hicieron más frecuentemente en forma de trueque. Con el debilitamiento de la vida económica, la tierra adquirió una significación cada vez mayor.  Era no sólo el signo de la riqueza, sino también el del poder. Los señores la poseían generalmente en feudo, esto es, por cesión del rey o de otro señor que la entregaba en usufructo a cambio de ayuda militar. Poco a poco, los pequeños propietarios libres fueron cediendo también sus tierras a los señores, en pago de protección que solicitaban de éstos, de modo que entraban en relación de dependencia.

Los colonos libres y los siervos vivían en la tierra que el señor les asignaba, trabajaban aquella de cuyos frutos debían vivir, y, además del señor, a quien tenían que servir, asimismo reparando las defensas, fabricando utensilios y limpiando los fosos. A cambio de eso, el señor les ofrecía protección, no sólo contra los eventuales invasores extranjeros, sino también contra la prepotencia de los otros señores, que por pertenecer a la clase que poseía todos los privilegios, no tenían para sus cabalgadas de saque; otro límite que el impuesto por el poder de otro señor. Este sistema de protección había reemplazado, pues, al derecho público.

Las relaciones entre señores eran de otro tipo, quien pertenecía a la clase privilegiada podía poseer tierras y llevar armas. Su oficio era la guerra, y, en pago del servicio que prestara, otro señor más poderoso —o el rey mismo— le ofrecía tierras para que asegurara su subsistencia y adquiriera los recursos dignos de su posición social. Entre el señor que otorgaba la tierra y el que la recibía se establecía un contrato de beneficio, nombre con que se conocía la tierra así cedida. Pero entre el caballero que ofrecía su ayuda militar y el que la aceptaba estableciese otro contrato, por el que se fijaba la relación de vasallaje. El vasallo también recibía protección y ayuda de su señor, pero debía estar listo para combatir a sus órdenes cierto número de días al año, guardarle fidelidad y prestarle consejo.










Los señores más poderosos obtuvieron con el tiempo que el rey les reconociera una soberanía casi completa dentro del señorío. Si se le concedía a un señor el derecho de alta justicia, la autorización para acuñar moneda, y, además, la seguridad de que no entrarían en su señorío los oficiales reales, éste gozaba prácticamente de plena autonomía, y la dependencia del señor frente al monarca se reducía a cierta forma de solidaridad en relación con los problemas de interés común. El señorío o dominio llegó a ser, pues, un mundo casi cerrado. El señor era a la vez jefe político y militar, y además tenía el control de la riqueza. La fuente de ésta era casi exclusivamente la tierra. Excepto los escasos objetos de lujo llegados ocasionalmente de las regiones orientales, los productos manufacturados comentes se producían en el dominio, gracias a la habilidad de algunos siervos que conocían las viejas técnicas de la artesanía. Pero lo más importante eran los animales y los productos de cultivo, pues con ellos se aseguraban las subsistencias. Se trataba de una economía casi cerrada, cuyo desarrollo correspondía al aislamiento de los señoríos. Una existencia monótona, sólo interrumpida por los episodios militares, caracterizaba la vida rural, en la cual se arraigaban las tradiciones locales y se fortalecían las situaciones sociales de dependencia.
TALLER EVALUATIVO:
1.    Haz un resumen del texto
2.    ¿Cuáles son las principales características del periodo feudal?
3.    Conteste
a.    Que acontecimientos dan inicio al periodo feudal
b.    Que regiones y/o países resultan de la división del imperio carolingio, quienes quedan   gobernando
C. Dibuja el mapa de Europa y ubica: Alemania, Francia, España, Italia, Suiza y   Holanda. n
c.    Que entiende por tratado de Verdún
d.     Económicamente como podría definir el sistema feudal
e.    Investigue una corte biografía de Carlomagno, Luis el Piadoso, Lotario I, Pipino Luis el germánico (c. 805–875), Carlos el Calvo
Leer más: http://social-esnidiaquinterojt6.webnode.com.co/news/feudalismo-guia-cuatro-/

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